Me enseñaste de todo excepto a olvidarte
Desde filosofía hasta como tocarte
A saber que el afrodisíaco más cumplidor
No son los mariscos sino el amor.
Pero no me enseñaste a olvidarte
Me enseñaste de todo excepto a olvidarte
A convertir una caricia en una obra de arte
A saber que los abogados saben poco de amor
Y que el amor se cohíbe en los juzgados
Pero no me enseñaste a olvidarte
Pero no me enseñaste a olvidarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario