No me permitía nunca pensar en el, era como una negación que me hacía a mí misma, no me lo permitía porque sabía que me hacía daño, pero aunque quisiera engañar a mis pensamientos, no podía, era inevitable no pensar en todas las cosas, en todas las palabras, en todos mis sentimientos, en todo lo vivido, en todo lo que quedaba por vivir, no sé, me resulta extraño aun asumirlo, es una sensación muy extraña dentro de mí, aun sigo sintiendo ese vacío en el pecho… pasan los días y no se me va, estoy harta de la pena, no quiero mas, no quiero que me tengan lástima porque tenga el corazón roto.
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