Uno se programa de cuerpo y alma, cree en sus fortalezas, o al menos todo aquello que es debilidad lo transforma en un obstáculo que a la larga se superara, no trato de rebuscar un texto, solo de rogar implorar que se valoren mis días, mis horas, mis ganas.
Decir con todas las letras que estoy dispuesta a la espera, pero también creo en las palabras del otro, en esa lucha desesperada por no ser abandonado, por ser entendido mas allá de cada locura o utopía, logre entender y respetar que seguir adelante para vos es estar al lado, pase lo que pase, sientan lo que sientan. Si es del verdadero, si es amor, hay que seguir, no vamos a crecer por separado, a la distancia solo vamos a perder lo que construimos, unos días de tranquilidad, libre de peleas, pero eso conlleva semanas de duelos intermitentes, de domingos tediosos, y de conquistas insulsas. No siempre uno es el que elije, tenes que ceder, aprender a hacerlo. Sos seguro por fuera, pero por dentro tembloroso, si es así lo que decís, si cuando me miras a los ojos y decís que soy lo que necesitas, elegilo, se constante con tus palabras, proba cambiar tu vida o amoldarla a tus deseos, sin perderme.
La solución no siempre es alejarse, vos me lo enseñaste, yo lo aprendí, lo sufro, lo padezco, pero al final lo disfruto.
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